El somni de la raó produeix monstres. (D’après F d G). 2017. Tècnica mixta. Medidas variables

Mientras que los gargajos rojos de la metralla
silban surcando el cielo azul, día tras día,
y que, escarlata o verdes, cerca del rey que ríe
se hunden batallones que el fuego incendia en masa;
mientras que una locura desenfrenada aplasta
y convierte en mantillo humeante a mil hombres;
¡pobres muertos! sumidos en estío, en la yerba,
en tu gozo, Natura, que santa los creaste,
existe un Dios que ríe en los adamascados
del altar, al incienso, a los cálices de oro,
que acunado en Hosannas dulcemente se duerme.
Pero se sobresalta, cuando madres uncidas
a la angustia y que lloran bajo sus cofias negras
le ofrecen un ochavo envuelto en su pañuelo.

El mal
Arthur Rimbaud

Estructura per l’adoració del dolor. 2017. Madera, tela, plástico y alambre de espino. 30 x 30 x 132 cm

Flor blanca I. 2017. Técnica mixta sobre cartón. 55 x 50 cm

Flor blanca II. 2017. Técnica mixta sobre cartón. 55 x 50 cm

Flor blanca III. 2017. Técnica mixta sobre cartón. 55 x 50 cm

Flor blanca I. 2017. Técnica mixta sobre cartón. 55 x 50 cm

El proyecto es una reflexión sobre el dolor producido por la vida en sociedad.
La sociedad occidental se nos presenta como una sociedad avanzada, tolerante, democrática, igualitaria, libre, y sin embargo, llena de dolor.

La violencia social, la mayoría de veces fomentada por las estructuras de poder y asentada a través del mantenimiento intencionado de las diferencias socioculturales, provocan una gran carga de dolor, físico y moral sobre todo en las clases más desfavorecidas.
En un mundo cada vez más tecnológico e hiperconectado, el dolor social sigue afectando al individuo y manifestándose de manera intensa.
Con la excusa de principios morales y políticos, los gobiernos nos dirigen a su antojo, creando mecanismos de control a través del dolor para evitar el mínimo desvío de sus gobernados respecto a sus preceptos. El fanatismo y la intolerancia son fomentados sistemáticamente aún sin reconocerlo explícitamente como mecanismo de control.

Vida, muerte y dolor son consustanciales a la propia existencia humana. Pero también pueden ser un instrumento de control social.
¿Puede el arte ser un comentario mudo del dolor existencial, y por tanto trascender su presunta inutilidad?

“El Gobierno, por medio de porras y piquetes de ejecución, hambre artificialmente provocada, encarcelamientos en masa y deportación también en masa no es solamente inhumano (a nadie, hoy día, le importa demasiado este hecho); se ha comprobado que es ineficaz, y en una época de tecnología avanzada la ineficacia es un pecado contra el Espíritu Santo. Un Estado totalitario realmente eficaz sería aquel en el cual los jefes políticos todopoderosos y su ejército de colaboradores pudieran gobernar una población de esclavos sobre los cuales no fuese necesario ejercer coerción alguna por cuanto amarían su servidumbre».

Aldous Huxley. Prólogo de Un mundo Feliz. Año 1932.

“Porque nuestro mundo no es el mundo de Otelo. No se pueden fabricar coches sin acero; y no se pueden crear tragedias sin inestabilidad social. Actualmente el mundo es estable. La gente es feliz; tiene lo que desea, y nunca desea lo que no puede obtener. Está a gusto; está a salvo; nunca está enferma; no teme la muerte; ignora la pasión y la vejez; no hay padres ni madres que estorben; no hay esposas, ni hijos, ni amores excesivamente fuertes. Nuestros hombres están condicionados de modo que apenas pueden obrar de otro modo que como deben obrar. Y si algo marcha mal, siempre queda el soma”.

Aldous Huxley. Un mundo Feliz. Año 1932.

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